sábado, 24 de noviembre de 2012

“La tristeza en nuestras vidas, es como la arena en el mar; totalmente necesaria...”

Y tu te preguntarás : ¿Qué pueden tener en común la tristeza en nuestras vidas con la arena en el mar?, Es simple: ''La arena detiene la arrogancia del grandioso y poderoso mar; la tristeza nos detiene ante nuestra propia arrogancia, ante nuestro orgullo''.
¿Tiene lógica? A mi parecer la tiene... es la arena quien va deteniendo el agua desde que va acercándose a la orilla. Así mismo, cuando estamos tristes, nos detenemos a pensar y a analizar lo que somos; buscamos el porqué de lo que nos ocurre, reconocemos que hay un poder superior a nosotros; en muchos casos, bajamos a ''la Tierra'' nuevamente...
La tristeza nos muestra que no somos extraterrestres, pues podemos sentir dolor y qué dolor, es como si nos desgarrara hasta lo mas profundo de nuestro ser. Es en la tristeza, que  nos hacemos fuertes, porque no sabíamos la fortaleza que realmente poseíamos hasta que nos llegó la prueba. Es también en la tristeza  que miramos nuestro interior; que reconocemos que somos débiles no importa que posición ocupemos o cuán distantes nos encontremos del mundo exterior.

Cuando nos sentimos tristes es cuando mas acompañados estamos, cuando más sentimos el calor de aquellos que nos rodean y que nos demuestran su cariño. Déjemos que este sentimientos tan importante e imprescindible en nuestras vidas, simplemente realice su trabajo con nosotros. Déjemosle actuar...
Permitamos que la tristeza en nuestras vidas, sea como la arena en el mar... algo positivo dentro de lo negativo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario