lunes, 15 de octubre de 2012

¿Vivir o morir?


El águila, aquel ave fuerte y grande, cazadora de toda clase de animales, tiene algo que enseñarnos en esta ocasión. Al cumplir 70 años, el águila, ha tenido una serie de cambios perjudiciales, sus garras se han tornado curvas y largas, por lo que le es imposible cargar algo, su pico ha crecido demasiado y le es imposible coger algo, sus plumas se han vuelto gruesas y pesadas, dificultándole el poder volar. Llegado los 70 años, tiene dos caminos, pasar por un cambio muy doloroso, el cual le garantizará ciento cincuenta años de vida, o simplemente dejarse morir. El águila para seguir con vida escoge el cambio, por lo decide volar con sus últimas fuerzas a la montaña más alta, luego busca una roca y empieza a estrellar su pico una y otra vez hasta arrancárselo por completo, algo extremadamente doloroso, luego, pacientemente, espera que le crezca un nuevo pico con el cual se arrancará cada una de sus pesadas plumas y se arrancará todas las garras crecidas y arqueadas, algo sumamente doloroso, después, pacientemente, espera que le salgan nuevas plumas y nuevas garras. Al final, todo esto le garantizará al águila unos 150 años de vida.

Yo les hago una pregunta, ¿El cambio fué fácil?
No, no lo fue. Tuvo que pasar por momentos sumamente dolorosos para no morir, tuvo que quitarse de encima todo lo que le hacia daño y estorbaba para no dejarse morir.

Las personas tenemos actividades o características que a veces nos estorban y nos ocasionan tener malos resultados, por lo cual tenemos dos opciones, o realizamos un doloroso cambio en nuestras vidas, quitarnos malos hábitos, vicios, o simplemente nos dejamos vencer por las circunstancias y nos rendimos, dejándonos vencer, dando como resultado, "la muerte".

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